María García de la Fuente writes:
Escribo de medio ambiente y ciencia desde hace 20 años en teletipos, papel y online, y me sigo sorprendiendo y aprendiendo de éste y otros mundos. Me gusta contar cómo es nuestro planeta y lo que estamos haciendo con él. Twitter at @mariagfuente
by María García de la Fuente
https://elasombrario.com/ciencia-ficcion-climatica-espacio-librerias/
SEE ALSO THE CLi-FI REport at www.cli-fi.net
Characters devastated by floods, anguished by a deluge, trapped in acid rain, or faced with the dilemma of choosing their own survival or helping the community. The new climate science fiction narrative has burst into bookstores as a new genre that tries to capture a reality that already affects us, the climate emergency, from imaginary characters... or sometimes not so much. The reader will decide.
CliFi is short for Climate Fiction. In fact, this genre was already being worked on, although perhaps it was not known by that name, says Francisco Serrano, author of Hajira, from the publishing house Episkaia. Climate fiction was already present in well-known stories by science fiction authors from past decades, such as J. G. Ballard's The Submerged World (1962), Michael Crichton's State of Fear (2004) and Ian McEwan's Solar (2010).
But it has been in the last year, and as a reflection of a growing concern and social mobilization for the climate emergency, that the new genre Cli-Fi coined by Dan Bloom in Taiwan has begun to emerge. María Bonete, one of the authors of the stories in Estío, points out that the reality we are living has a decisive influence on our writing.
We gathered all these testimonies at the Climate Change Summit (COP25) held in Madrid in December, at the stand of the Network of Environmental Information and Documentation Centers (RECIDA). In the meeting, María Bonete and Francisco Serrano participated, together with Antonio Castaño, editor of Episkaia, in the presentation of Estío y Hajira.
A submerged Benidorm
In the short novel Hajira, Serrano portrays a reality that is becoming almost a daily occurrence: floods on the Mediterranean coast and ships with refugees sunk in the sea. Fiction allows, according to the author, to exaggerate a reality, since in the novel Benidorm is under the sea, which tries to be a warning for sailors, "an invitation to resistance".
For his part, Estío is a choral work of eleven stories of climate fiction, in which he has tried to sketch a world that is coming; we find heroines who will have to decide whether to save themselves and fight for their survival or if, on the contrary, they work in community; how will the migratory conflicts or the forms of eco-management that arise from a flood be.
These are stories that are not very optimistic, of course, but in which there is a certain hope, as if we still had time to do something. The authors have tried to reflect through fiction on the climate catastrophe; we can read well-known names such as Aixa de la Cruz, Aroa Moreno and Cristina Morales (National Narrative Prize 2019); the epilogue is by Yayo Herrero.
Antonio Castaño explains that Estío came about at the request of the publisher; the aim was to see what stories could emerge from the different authors with a current theme as seen through the lens of fiction. Seven authors and four writers responded to the challenge of climate fiction, although they had not written about this genre before.
The result of Estío is "tragic but hopeful". "You give freedom to 11 people and the consensus is that we are regular," says Castaño. About the climate emergency situation, he says: "I think there is a chance that we will get better, and I am confident in our chances, since there is more and more awareness about climate change".
"The contribution of literature is to show the point 0, and to express through utopias and dystopias what can be done to make the planet a little better each time", concludes the editor, hopeful and hopeful.
SPANISH TEXT:
La ‘ficción climática’ gana espacio en las librerías
por María García de la Fuente
Personajes asolados por inundaciones, angustiados ante un diluvio, atrapados en lluvia ácida o ante el dilema de elegir su propia supervivencia o ayudar a la comunidad. La nueva narrativa de ciencia ficción climática ha irrumpido en las librerías como un nuevo género que trata de recoger una realidad que ya nos afecta, la emergencia climática, desde personajes imaginarios… o a veces no tanto. El lector decidirá.
CliFi es la abreviatura de Climate Fiction o Ficción Climática. En realidad, este género ya se venía trabajando, aunque quizá no se conocía con ese nombre, comenta Francisco Serrano, autor de Hajira, de la editorial Episkaia. La ficción climática ya estaba presente en relatos muy conocidos de autores de ciencia ficción de décadas pasadas como El mundo sumergido (1962), de J. G. Ballard; Estado de miedo (2004), de Michael Crichton, o Solar (2010), de Ian McEwan.
Pero ha sido en el último año y como reflejo de una creciente preocupación y movilización social por la emergencia climática, cuando el nuevo género CliFi ha empezado a despuntar. María Bonete, una de las autoras de los cuentos de Estío, señala que la realidad que vivimos influye decisivamente a la hora de escribir.
Todos estos testimonios los recogimos en la Cumbre de Cambio Climático (COP25) celebrada en Madrid en diciembre, en el stand de la Red de Centros de Información y Documentación Ambiental (RECIDA) . En el encuentro, María Bonete y Francisco Serrano participaron, junto a Antonio Castaño, editor de Episkaia, en la presentación de Estío y Hajira.
Un Benidorm sumergido
En la novela corta Hajira, Serrano recoge una realidad que empieza a ser casi cotidiana: inundaciones en la costa mediterránea y barcos con refugiados hundidos en el mar. La ficción permite, según el autor, exagerar una realidad, ya que en la novela Benidorm se encuentra bajo el mar, lo que trata de ser un aviso para navegantes, “una invitación a la resistencia”.
Por su parte, Estío es una obra coral de 11 relatos de ficción climática, en la que se ha querido esbozar un mundo que viene; encontramos heroínas que tendrán que decidir si se salvan y luchan por su supervivencia o si, por el contrario, trabajan en comunidad; cómo serán los conflictos migratorios o las formas de ecogestión surgidas a raíz de un diluvio.
Son historias poco optimistas, desde luego, pero en las que se percibe una cierta esperanza, como si aún tuviéramos tiempo de hacer algo. Los autores y autoras han tratado de reflexionar a través de la ficción sobre la catástrofe climática; podemos leer a firmas tan conocidas como Aixa de la Cruz, Aroa Moreno y Cristina Morales (premio Nacional de Narrativa 2019); el epílogo corre a cargo de Yayo Herrero.
Antonio Castaño explica que Estío surgió a petición de la editorial; se buscaba ver qué historias podían surgir de los diferentes autores con una temática actual vista desde la ficción. Siete autoras y cuatro autores respondieron al reto de la ficción climática, aunque no habían escrito sobre este género antes.
El resultado de Estío es “trágico pero esperanzador”. “Das libertad a 11 personas y el consenso es que estamos regular”, indica Castaño. Sobre la situación de la emergencia climática, indica: “Creo que hay posibilidades de que vayamos a mejor, y tengo confianza en nuestras posibilidades, ya que cada vez hay más conciencia ante el cambio climático”.
“La contribución de la literatura es mostrar el punto 0, y plasmar a través de utopías y distopías lo que se puede hacer para que cada vez el planeta sea un poco mejor”, concluye, esperanzado y esperanzador, el editor.
Sunday, January 12, 2020
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